Al convocar la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), el pasado
1 de mayo, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás
Maduro, planteó nueve temas para ser incorporados a las discusiones de los
constituyentistas y que permitan perfeccionar, mejorar y consolidar la
Constitución del año 1999.
En
una alocución ofrecida desde el Palacio de Miraflores, Caracas, el jefe de
Estado propuso como primera línea de debate la paz como necesidad, derecho y
anhelo de la nación. En ese sentido, se espera que la ANC
reafirme los valores de la justicia, “de la no impunidad”, y que a través de un
gran proceso de convocatoria al diálogo nacional, se puede “construir la paz
verdadera, la paz con democracia, con libertad, con participación, con
justicia”.
Como
segundo objetivo, la Constituyente debe ampliar y perfeccionar el sistema económico venezolano “para
dejar dibujado e instalado un nuevo sistema económico post petrolero”.
En
este sentido, “tiene que ser explícito el concepto, las formas y los mandatos
constitucionales del modelo postpetrolero” que permita avanzar hacia una
economía productiva, diversificada, mixta, “integrada e integradora, de
economía potencia”.
El
tercer punto propuesto por el Jefe de Estado es constitucionalizar todas las Misiones
y Grandes Misiones creadas en estos 18 años, para afianzar
el modelo de justicia social destinado a garantizar el derecho a la salud, la
educación, el trabajo, el empoderamiento del pueblo, entre otros aspectos.
El
presidente Maduro también propuso, como cuarto aspecto, ampliar las competencias del Sistema
de Justicia, Seguridad y Protección del Pueblo, que comprenderá
” todo lo que es el sistema policial, investigativo, preventivo, el sistema
penitenciario y el sistema judicial” con el establecimiento de nuevas penas
para delitos contra personas y contra la República.
“Yo
quiero constitucionalizar nuevos elementos de una justicia severa. La lucha
contra el terrorismo aquí no aparece, contra el terrorismo y el narcotráfico en
todas sus formas”, por lo que definir los mecanismos para combatir esos
flagelos es “una gran tarea además, necesaria y bonita para la patria”,
expresó.
En
quinto lugar se refirió a las nuevas formas de la democracia participativa y
protagónica, por lo que propuso constitucionalizar
el Poder Comunal, es decir, incluir en la Carta Magna nuevas
formas de organización como las comunas, los consejos comunales y los Comités
Locales de Abastecimiento y Producción (Clap).
“¿Qué
es el Clap? Democracia directa económica. ¿Qué son los consejos comunales?
Democracia directa en lo social y en lo político, democracia protagónica,
participativa, directa”, explicó el Mandatario Nacional.
El
sexto tema a discutir por la Asamblea Nacional Constituyente es la defensa de la soberanía e
integridad de la nación y su protección ante agentes intervencionistas.
Este punto se vincula a la defensa de la integridad de la República y la nueva
visión del mundo pluripolar y multicéntrico.
El
Jefe de Estado considera que en el debate constituyente debe incorporarse, como
séptimo punto, la
reivindicación del carácter pluricultural del país, mediante la
defensa de la “diversidad cultural de la patria, el tema de la espiritualidad y
del recorrido histórico que llevó a un profundo y hermoso mestizaje de todas
las expresiones de la cultura y del arte en Venezuela”.
La
octava línea de discusión planteada en la garantía de futuro de la juventud venezolana,
con la inclusión en la Carta Magna de un capítulo que consagre los derechos de
ese sector de la población. Por tal razón, el presidente Maduro convocó a los
estudiantes sin intermediarios a que participen en el proceso constituyente.
En
la agenda de discusiones, la Asamblea Nacional Constituyente debe deliberar
sobre la
preservación de la vida en el planeta, basada en la definición de
derechos soberanos sobre la preservación de la biodiversidad y el fomento de
una cultura ecológica en el país, indicó el Mandatario Nacional.
Al
proponer esta agenda, el jefe de Estado reafirma su disposición de entregar el
poder “al Constituyente originario, al soberano, al pueblo”.
En
ese sentido, indicó: “Si para algo es el poder de un presidente revolucionario
es para activar la soberanía absoluta del único dueño de este país, a través
del voto popular, directo y secreto, bajo reglas electorales muy estrictas para
la postulación y elección de una Asamblea Nacional Constituyente que tome el
poder político de la patria”.